miércoles, 20 de marzo de 2013

Día Internacional de la Felicidad



Consciente de que la búsqueda de la felicidad es un objetivo humano fundamental, el 28 de junio de 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 66/281 decide proclamar el 20 de marzo Día Internacional de la Felicidad.

La felicidad es el principio que al parecer guía nuestros tiempos, remite a la esfera privada e intima de la existencia, en un mundo de individuos compelidos a su propia autorrealización. Los estudiosos del tema hablan de que se propaga una cultura “psi”, personalizada y comunicacional, concentrada en cuestiones relativas a la interioridad, a los pequeños cuidados y placeres, a la autoobservación, a la identidad.

El propósito de nuestra existencia es buscar la felicidad.
Las fuentes de la felicidad pueden ser diversas: para unos la buena salud, para otros las posesiones materiales o el grado de riqueza que acumulan u otras, cada uno encontrará la suya; pero la clave es el estado de ánimo. Cuanto mayor sea el nivel de calma de nuestra mente, tanto mayor será nuestra capacidad para disfrutar de una vida feliz.
Hay veces en que la gente confunde felicidad con placer.
Antes de tomar una decisión nos hemos de preguntar: ¿me producirá felicidad? Esta simple pregunta puede ser una poderosa ayuda en todas las circunstancias.
Tenemos que aprender que las emociones y los comportamientos negativos son nocivos y como son útiles las emociones y los comportamientos positivos.

"Cada uno aspira a una vida feliz y no quiere desgracias ni sufrimientos. Pues se puede superar los sufrimientos y llegar a la felicidad... La fuente suprema de la felicidad se debe buscarla dentro de uno mismo. La felicidad está relacionada con el estado interno de la mente. Hoy se dedica mucha atención a los valores materiales y se olvidan  los valores internos. Es un error. Debemos prestar atención a los valores internos seamos creyentes o no. Cuando sentimos amor y bondad hacia los demás, esto no sólo hace que los demás se sientan amados y protegidos, sino que nos ayuda también a nosotros a desarrollar paz y felicidad interior.
Amemos y seamos felices, ésa es nuestra responsabilidad.
Si quieres que los demás sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, práctica la compasión"

Dalai Lama Tenzin Gyatso


Hotei es conocido en el mundo de habla hispana como el "Buda sonriente" o el "Buda gordo" o, simplemente, como "un buda". Hotei, originalmente, fue un monje budista que vivió hace más de 1000 años. Según las tradiciones, se trataba de un hombre amoroso, de buen carácter y, debido a su naturaleza benevolente, se le llegó a considerar una encarnación del bodhisattva Maitreya (el futuro Buda). Hotei es admirado por su felicidad, su plenitud y, por su sabiduría.
A Hotei se le ha atribuido el título de Buda Maitreya debido a un poema que, supuestamente, fue escrito en su lecho de muerte y que reza así:

Maitreya Maitreya
Todos buscan a Maitreya

No se dan cuenta

De que él está aquí.

Este monje bonachón, al parecer no estaba interesado en reunir discípulos a su alrededor o ser reconocido como un maestro Zen. En lugar de predicar en el templo como era la usanza, recorría las calles con un gran saco a sus espaldas, (Hotei significa literalmente saco de tela o glotón), en el cual llevaba regalos para los niños, tales como frutas, caramelos, etc. No es extraño que los pequeños se reuniesen en torno a él. Hotei estableció una auténtica guardería callejera.

La peculiar enseñanza de Hotei era... la risa. En mitad del mercado comenzaba a reír y reír. Su risa era mágica, contagiosa; de esas risas profundas y auténticas. Su gran barriga se estremecía y saltaba con las carcajadas. Caía rodando por tierra con la risa, contagiando a todos a su alrededor con su jovial humor. Todos reían, llevando la onda expansiva de la risa del monje a cada uno de los habitantes del poblado. Todas las aldeas esperaban ansiosas la visita de Hotei, para ser bendecidos por su risa, portadora de bienestar y prosperidad. Si le preguntaban por Buda, reía. Si le preguntaban por la verdad, la iluminación, el conocimiento, él reía, siempre reía. La risa era su mensaje.

Hotei mendigaba para dar. Si veía un seguidor del Zen, le decía "dame una moneda". Igual respuesta recibía el que le conminaba a ir a predicar al templo. Y cuando alguien le preguntaba por el contenido de su saco, él contestaba: El mundo entero.
Cuenta una historia que un día mientras jugaba con los niños, un estudiante de Zen, le preguntó: ¿Qué es el Zen?. Como respuesta Hotei bajó el saco que llevaba al hombro y cuando el estudiante le dijo: ¿Y cual es la encarnación del Zen?, el monje se limitó a volver a poner el saco sobre su espalda y continuar jugando con los pequeños. 

Algunos afirman que Hotei es Mi Lo Fo, Maitreya, el Buda futuro.
Hay una leyenda que dice que siendo ya un hombre viejo, Hotei se sentó a predicar en un templo y afirmó: Bien queridos hombres. Uds. Nunca me han reconocido, pero yo soy el Buda Maitreya. También encontramos a Hotei, desde el Siglo XVII (para algunos el SigloXV), formando parte de los Sichi-Fuku-Jin, los siete dioses japoneses de la fortuna dentro de la tradición del Shinto. En Viet-Nam se le conoce como Ong Dia y también está relacionado con Ong Thanh. El primero tiene exactamente las mismas características físicas de Hotei. Es un dios de la tierra que según la tradición, ve y sabe todo y da la bienvenida al dragón en casa, para echar fuera el mal, los espíritus y traer en cambio, energía positiva al hogar.

Pero la aproximación que más nos interesa a Hotei, está relacionada con el papel arquetípico que hoy por hoy representa el rechoncho monje en el mundo tanto oriental como occidental.
Hotei es especialmente propicio a los débiles y los niños. Dios de celebración y prosperidad, con un mensaje sencillo pero esencial: amor, vida y risa.
En el Budismo chino es conocido como el cariñoso y cómodo. Los que le ven como Maitreya, ven en el una armonización del Universo, en una era futura de prosperidad, bienestar y vida feliz para todos. Es la personificación de la alegría y la felicidad, así como una deidad propicia para la comunicación.
Como Dios de la tierra está íntimamente vinculado al mundo de los hombres y asiste a quienes buscan su ayuda para satisfacer sus deseos. Con su Oogi (abanico), esparce fortuna a su alrededor. Es en definitiva, una entidad para apoyar la vida plena y feliz. El equilibrio entre dar y recibir entre deseo y contentamiento.



Haz felices a los demás, y te harás feliz a ti mismo.
PAZ, AMOR y FELICIDAD para todos... que la sonrisa de Hotei os acompañe siempre!








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